Libertad: charos y progres «no comprender».

Escrito el 20/09/2025
Nathalie Guichard - GUICH

Podría hablar del ataque desalmado contra #CharlieKirk, de la oreja-colador de #Trump, de la dulzura profunda ahogada por el terror más atroz de Irina o de lo que puede sentir una madre al quebrarle por dentro esa imagen. Podría hablar del sentir de #Abascal hablando de un hombre que ha caído en las garras de lo que él se ha salvado tantas veces, no sin esfuerzo. Podríamos hablar de cuántos muertos con su correspondiente terror y tortura ha traído el fanatismo progresista, antiguamente llamado socialismo o comunismo. Poco se habla del terror. Poco se habla de lo que siente un ser humano al ser atacado injustamente mientras ejerce su libertad.

Algunos dicen que la libertad es algo tan intrínseco al ser humano que es inalienable y que no debe ponerse fronteras a la misma, cada uno es ciudadano del mundo y puede campar cómo y dónde quiera, cuan animalitos en el bosque y cada uno la ejerce según quiere, sin frenos y sin límite. Por eso debe de ser que no veo levantamientos por esa niña aterrorizada, ni nadie en huelga indefinida cuando les usurpan la mitad de su salario, deben de verlo normal. No entendieron la libertad, ni la vida en sociedad. No entendieron que vivir en sociedad es ceder parte de libertad a favor de la seguridad, sino que entendieron que vivir en sociedad es un cautiverio pagando para obtener parte de libertad, y encima, sin seguridad.

Pero los mismos que declaran que los gallos violan a las gallinas, y que hay que tirar sopa a la Gioconda para sentir que haces algo por arreglar el mundo, son los que acotan las libertades que promulgan y las cobran. ¡Y vaya si las cobran! Las acotan, poco a poco, cuando descubren que puedes usarla para argumentar en su contra, cuando haces algo que no entra en su esquema mental, cuando hablas, en su terreno de juego, y no pueden contigo, ¿verdad Charlie?… Bueno, o cuando ven que pueden sacar tajada, que eso también es un argumento de peso.

Por poner un ejemplo menos doloroso, decía Jano García en su programa que cuando se instauró la prohibición de fumar en lugares públicos y comercios, que lo suyo hubiera sido que el propio establecimiento decidiese si ser de fumadores, no fumadores o mixto. Creo que Jano no ha entendido que esto no trataba ni de salud, ni de libertades. Como todo para esa parte de la sociedad, trataba de dinero.

Prohibir es un generador de dinero colosal, cuan máquina expendedora en racha.

Prohibir tiene dos vertientes. Si prohíbes mucho, la plebe se rebela, y si no prohíbes suficiente, no recaudas lo que te gastas en putas, viajes y farlopa. Además, están los intereses colaterales, que son los pagos de bocas a callar, supongo. Con lo cual el discurso está centrado en prohibir o legislar de tal manera que todo aquello que necesitas hacer esté grabado, limitado o encofrado en una normativa que, al final, es imposible o inviable seguir: montar un negocio, trabajar, tener bienes, desplazarte, alimentarte… Recogiendo el ejemplo de los locales y las zonas de no fumadores, no exigían suficiente, que después de hacer obras en sus establecimientos, acondicionándolos por zonas, decidieron los políticos que mejor prohibir del todo. “Hacer y deshacer, trabajar parece ser”, decía mi abuela.

Las libertades, más allá de fumárselas, poco saben de ellas las izquierdas. La derecha oficial tampoco, pues ha perdido el norte y solamente responde a las señales de humo de los que se las fuman. El PP y el amo, jugando a “poli bueno y poli malo”. Mientras el terror de las pocas noticias que conocemos inundan occidente, nuestra gente lo vive a diario. Irina no es una niña símbolo de ello, es una más de todas las que han pasado por ello. Una más porque las violaciones, los robos, los atracos, las palizas, generan el miedo a la muerte se consuma ésta o no, es la suerte la que define si un mal golpe no te mata. El ataque está.

Pero no os preocupéis, que nos regalan pulseritas de Ali Express que el maltratador tiene que cargar cada día, si quiere, claro. Las que duran 6 meses y con las que casi hay que amputar la pierna si quieren quitárselas eran muy caras. Y no, la culpa no es de los chinos, ellos fabrican y comercializan pulseras de todo tipo mejores y peores, la culpa es del gobierno al que, realmente, “se la pela todo”.

¿Y a ti? ¿ “Te la pela” todo? Porque no veo hermanas “sí te creo” indignadas por estar en peligro por ningún sitio. Tampoco veo sindicatos parando el país porque es inviable comprar un coche, alquilar una casa o llegar a fin de mes. Solo veo flotillas estúpidas que hacen entre jolgorio y jolgorio un vídeo a favor de los gazatíes. El terror vendrá y lo que hoy es “caso aislado” mañana será norma. Tranquilo, eso de protestar cansa mucho, que lo haga otro.

Anda, tómate una caña en el bar porque te han dicho que eres rico, que esto no interesa…