Torres, García Ortiz y Miss Asturias: los escándalos que el PSOE intenta tapar

Escrito el 04/11/2025
Equipo NE

Mientras el PSOE se aferra a la tragedia de la DANA para desviar la atención pública, los verdaderos tsunamis que azotan al Gobierno de España emergen con fuerza arrolladora: informes demoledores de la Guardia Civil, juicios que cuestionan la integridad del sistema judicial y declaraciones explosivas que apuntan directamente al corazón del poder. ¿Es esta la España que merecemos? Un Ejecutivo envuelto en corrupción, donde ministros y altos funcionarios parecen más preocupados por sus tramas personales que por el bien común.

Comencemos por el informe de la UCO sobre Ángel Víctor Torres, el ministro de Política Territorial y ex presidente de Canarias, quien ahora se ve salpicado por la trama de las mascarillas durante la pandemia. Según el documento de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, Torres mantuvo interlocuciones directas con Koldo García, el epicentro de la corrupción, presionando por pagos a la empresa Soluciones de Gestión, que vendió material defectuoso por más de 12 millones de euros. «Estoy encima de tu pago», le escribió Torres a Koldo, revelando una proximidad sospechosa que desmiente su supuesta inocencia. Este mensaje evidencia cómo Torres se interesó personalmente por los pagos pendientes, incluso solicitando el montante económico y el nombre de la empresa para agilizarlos, contrastando con su defensa de que actuó correctamente. La UCO ha desmontado las negaciones de Torres sobre su relación con Koldo, demostrando que mintió al afirmar no conocerlo. El PP, exige su dimisión inmediata, calificándolo de conseguidor para la trama, mientras el PSOE intenta minimizarlo como un bulo sin fundamento. Este escándalo no es aislado; refleja un patrón de favoritismos que socava la confianza en instituciones clave, la izquierda prioriza los intereses partidistas sobre la transparencia pública.

Pasemos al juicio contra el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, un proceso que expone las grietas en el muro de la justicia española. Acusado de revelación de secretos por filtrar correos relacionados con el novio de Isabel Díaz Ayuso, García Ortiz ha negado todo en el Tribunal Supremo, pero los testimonios iniciales han sido demoledores. La fiscal provincial de Madrid lo ha confrontado directamente: «Has filtrado los correos», según relatos de la sesión que dejan herida su estrategia de defensa. El juicio, sin precedentes en la democracia española, involucra a siete magistrados y pone en tela de juicio la independencia judicial, con García Ortiz reiterando que no se considera responsable del delito. Se detalla cómo facilitó información para perjudicar a opositores políticos, destacando testimonios clave como los de Miguel Ángel Rodríguez y Alberto González Amador. ¿Es coincidencia que este caso involucre a opositores políticos? El debate está servido: si el PSOE defiende a García Ortiz como víctima de invectivas, ¿por qué no responder con transparencia total? Esto amplifica la percepción de un fiscal al servicio del poder, lo que invita a cuestionar si la justicia se usa como arma partidista.

Finalmente, las declaraciones de Claudia Montes, Miss Asturias 2017, en la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo, han detonado una bomba nuclear en el PSOE. Montes afirmó que José Luis Ábalos le confió que Pedro Sánchez «lo sabía todo de la corrupción». Además, denunció acoso por parte de Koldo García, quien la bombardeaba con videollamadas para verla «en ropa interior mientras trabajaba», llegando a recibir hasta 21 videollamadas al día que la llevaron a considerar el suicidio. Estas revelaciones incluyen supuestas grabaciones con Ábalos donde este advertía que «el Gobierno va a ir a por mí», negando al mismo tiempo que fue enchufada en LogiRail por favoritismo. Su denuncia de acoso y la afirmación de que Sánchez conocía la trama contrastan con versiones minimizadoras del PSOE. Senadores del PP la felicitaron por su valentía, resaltando las grabaciones y el acoso. ¿Dónde está el feminismo progresista ante este machismo rampante? Si Sánchez lo sabía, ¿por qué no actuó, y cómo justifica el PSOE ignorar tales acusaciones? Estos hechos no son meras anécdotas; son síntomas de un Gobierno que prioriza el encubrimiento. Basta ya.