La cadena televisiva ABC ha suspendido de forma indefinida el popular show nocturno de Jimmy Kimmel, una decisión que llega tras una serie de comentarios polémicos del presentador sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk y las subsiguientes burlas a Donald Trump. La suspensión ha generado una ola de reacciones en el panorama político y mediático de Estados Unidos.
El pasado lunes, Kimmel hizo una controvertida declaración en la que sugirió que el presunto asesino de Charlie Kirk podría ser un seguidor de Donald Trump, lo que desató una fuerte polémica.
«La pandilla MAGA está intentando desesperadamente caracterizar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa menos uno de ellos», afirmó Kimmel durante su programa.
Reacciones y un clima de tensión
La decisión de ABC ha sido vista como una victoria por el presidente, quien celebró la suspensión en su red social, Truth Social, calificando a Kimmel de «perdedor» y sugiriendo que «Greg Gutfeld es mejor que los tres juntos», refiriéndose a otros presentadores de late night. Este hecho se suma a una serie de tensiones entre la Casa Blanca y los medios de comunicación críticos con la administración, incluyendo una demanda de Trump contra The New York Times y la reciente cancelación de otro late show de un presentador crítico con el presidente.
La suspensión de Kimmel ha provocado una división de opiniones. Mientras algunos ven la decisión como una respuesta necesaria a un comentario insensible, otros la interpretan como un acto de censura y un ataque a la libertad de expresión, en un contexto de creciente polarización en el país.