En un golpe que sacude los cimientos del régimen ucraniano, Volodímir Zelensky ha aceptado la dimisión de su mano derecha, Andriy Yermak, envuelto en un escándalo de corrupción que pone en jaque la credibilidad de Kiev. Este suceso, lejos de ser un incidente aislado, revela un patrón de abusos que cuestiona el flujo incesante de miles de millones en ayuda occidental. ¿Estamos financiando una defensa legítima o alimentando un sistema cleptócrata?
¿Qué ha pasado exactamente?
Según informes recientes, Yermak, jefe de gabinete y figura clave en las negociaciones de paz, dimitió tras un registro en su domicilio por parte de la Oficina Anticorrupción de Ucrania.
El escándalo se centra en presuntas comisiones ilegales en el sector energético, un área vital para un país en guerra. Esta dimisión llega en un momento crítico, apenas semanas después de otros despidos por desvíos millonarios, como el del ministro de Justicia implicado en contratos irregulares por 100 millones de dólares.
Las implicaciones geopolíticas: ¿debilita o fortalece a Zelensky?
Este episodio desnuda la hipocresía de un gobierno que clama por más armas y fondos mientras sus líderes se enriquecen. The New York Times lo resume: «Los activistas anticorrupción dicen que el Sr. Yermak y otro negociador involucrado en el caso de corrupción, el Sr. Umerov, quien ahora encabezará la delegación de Ucrania, eran las únicas dos personas en Kiev con autoridad real para negociar»
The Guardian añade profundidad: «Zelenski se enfrenta a una ‘minirrevolución’: la caída de Yermak reconfigura el sistema de poder de Ucrania en tiempos de guerra.». Esto invita al debate: ¿por qué Occidente, con administraciones escépticas como la de Trump en el horizonte, sigue ignorando estas señales? ¿No es hora de condicionar la ayuda a reformas reales?
Por otro lado, voces progresistas podrían argumentar que se trata de «presiones rusas», pero hechos como los publicados por Axios cuestionan esa narrativa..
El debate urgente: ¿ayuda sin control o transparencia?
Este caso obliga a confrontar ideas: si Ucrania aspira a la UE, ¿Cómo va a justificar estos escándalos? Desde un ángulo crítico, ¿No es esto evidencia de que el apoyo incondicional fomenta la impunidad?

