Hugo «El Pollo» Carvajal, exjefe de inteligencia venezolano y confeso narcoterrorista, ha lanzado una bomba informativa desde su celda en Estados Unidos.
Su carta dirigida al presidente Donald Trump no solo expone el régimen de Nicolás Maduro como una máquina de guerra contra Occidente, sino que apunta directamente a figuras clave del socialismo español, como José Luis Rodríguez Zapatero, en un entramado de corrupción y complicidad con cárteles de droga.
Esta revelación no es un mero chisme político: es la confirmación de que el socialismo, bajo su fachada de igualdad, se alía con narco regímenes para socavar democracias estables.
Mientras la prensa progresista intenta minimizar estos hechos, fuentes independientes y judiciales estadounidenses los elevan a categoría de amenaza global.
Detalles de la carta de Carvajal
Carvajal, quien se declaró culpable de conspiración narcoterrorista en junio de 2025, detalla en su misiva del 2 de diciembre cómo el Cártel de los Soles –esa hidra criminal dirigida por Maduro y Diosdado Cabello– utiliza las drogas como arma contra Estados Unidos, con el apoyo de Cuba, las FARC, el ELN y Hezbolá.
«Las drogas que llegaron a sus ciudades por nuevas rutas no fueron accidentes de corrupción ni obra solo de traficantes independientes; fueron políticas deliberadas coordinadas por el régimen venezolano contra Estados Unidos», escribe Carvajal en la carta publicada por UHN Plus.
Este testimonio directo desmonta la narrativa izquierdista de que el chavismo es solo un experimento social fallido: es un acto de guerra encubierto.
Acusaciones contra funcionarios españoles
Pero el verdadero escándalo radica en las acusaciones contra altos funcionarios españoles. Aunque la carta a Trump se centra en Venezuela, Carvajal ha proporcionado en revelaciones previas datos precisos sobre pagos millonarios a Zapatero desde el gobierno venezolano a través de PDVSA, la petrolera estatal convertida en lavadora de dinero narco.
Según informes judiciales del Distrito Sur de Nueva York, estos fondos lo posicionan como «colaborador necesario» del régimen de Maduro, con posibles cargos bajo la Ley Rico por crimen organizado y narcotráfico.
«Carvajal proporcionó datos precisos sobre presuntos pagos de cuantiosas cantidades de dinero a Zapatero por parte del Gobierno venezolano a través de PDVSA», detalla un artículo de Vozpópuli del 24 de noviembre de 2025.
¿Coincidencia? Zapatero, el eterno mediador en Venezuela, habría recibido acciones en empresas chavistas a través de testaferros, generando ingresos opacos mientras defiende al régimen en foros internacionales.
Estas conexiones no son aisladas. En un informe confidencial de septiembre de 2021 ante la Audiencia Nacional española, Carvajal acusó a Maduro de financiar sistemáticamente a la izquierda global, incluyendo a Podemos en España, con fondos provenientes de contratos ficticios y sobornos.
Zapatero aparece vinculado a negocios turbios, como la negociación para favorecer a la empresa española Duro Felguera en contratos con PDVSA.
«Zapatero habría recibido acciones en empresas vinculadas al régimen a través de testaferros, generando millonarios ingresos», revela el documento citado en Informe Orwell.
Este patrón de complicidad ilustra cómo el socialismo español, encarnado en el PSOE, prioriza alianzas ideológicas sobre la ética, permitiendo que el narcoterrorismo se infiltre en Europa.
El debate
Para profundizar en el debate: ¿Por qué el socialismo siempre termina abrazando regímenes autoritarios? Mientras la derecha defiende la libertad y el estado de derecho –como Trump al prometer mano dura contra Maduro–, la izquierda parece cómoda con dictadores que financian su agenda.
Fuentes como el libro «The Pink Galaxy» de la Konrad-Adenauer-Stiftung destacan cómo redes como el Grupo de Puebla, donde Zapatero es figura clave, defienden al chavismo pese a sus lazos con el narcotráfico vía FARC y el Cártel de los Soles.
Es hora de cuestionar: ¿el progresismo es un disfraz para el caos organizado? La evidencia sugiere que sí, y Carvajal lo confirma.

