Pasó Sánchez por el Senado como pasan los amores de verano: con una terrible insustancialidad, pero con dulzuras y terrores que dicen mucho sobre el invierno que ya se acerca. Ya con el reposo de los días pasados, podemos señalar algunos detalles interesantes:
1.El circo:
- Por una vez, y sin que sirva de precedente, Sánchez dijo la verdad. Fue cuando pronunció las palabras “esto es un circo”. Evidentemente en España no tenemos una democracia digna de tal nombre, con sus tres poderes equilibrados según la receta de Montesquieu, sino un circo de tres pistas en constante ebullición, con el Rey y su mujer como maestros de ceremonias. Si el entramado institucional es un circo, al Senado corresponde claramente la parte cómica. Dada su absoluta inutilidad legislativa, el Senado es usado por los partidos para acumular gente que tienen suficientes méritos como para no ser apartados, pero de los que solo se esperan que calienten el escaño y no molesten demasiado. Cuando los partidos han tenido que buscar portavoces para la faena del cara a cara con Sánchez en la comisión, solo han podido escoger a individuos pintorescos, de un peso moral nulo, que no consiguieron ni hacer cosquillas al Trilero Supremo. Mención especial merece la senadora escogida por UPN, una señora que esgrimió enormes fotocopias con titulares del ABC diciendo a #Sánchez “estos titulares los sacaron ustedes”.
2. El PP...
- El caso del #PP resulta especialmente hilarante, toda vez que son los impulsores de lo que debería haber sido una sesión de martirio para Sánchez. Escogieron al senador Alejo Miranda, elemento menudo, más bien pintoresco, que no consiguió más que dar la impresión de estar rebotando contra una pared como una pelota de tenis. A Sánchez hay que reconocerle su capacidad legendaria para el filibusterismo, el fraude, el engaño de mil caras. Para poner contra las cuerdas a un estafador de tal calibre, no vale cualquiera que haya juntado cuatro folios con menciones a las amiguitas de Ábalos. Hacía falta dejar solo a Sánchez ante el silencio de la historia, dejarle espacio para que se derrumbara solo ante el peso de sus mentiras, pero el senador Miranda convirtió el cara a cara en un asunto embarrado, marrullero y confuso. El PP a estas alturas no es oposición ni es nada: se limita a esperar, como en una carrera de relevos, que el compañero fatigado pase el testigo. Llegarán a la Moncloa y seguirán paso a paso la misma agenda globalista del #PSOE, continuarán con el gasto público fuera de control, mantendrán todo el cuerpo de legislación progre (LIVG, aborto, leyes LGTBI, etc.) y mantendrán las fronteras abiertas de par en par. Los gritos verbeneros de la presidenta Montero serán sustituidos por la monotonía insípida de Gamarra; Feijoo seguirá con el pelo teñido con ese extraño color calabaza y Tellado será ministro de alguna cosa.
3. La sociedad
- El tema de las gafas. Las redes sociales, es decir, la tertulia colectiva de esta nuestra nación mareada, se volcó con las gafas de Sánchez, propias de un Clark Kent de entretiempo. Resulta difícil de creer, pero una parte importante de la izquierda se limita a la adoración personal de Sánchez por motivos espurios. Si sumamos el sector del cretinismo gay, con el sector del cretinismo charo, con el sector de puro cretinismo desnudo, tenemos a varios millones de personas para los que simplemente ver a Sánchez entrar en una habitación ya es suficiente. Su actual aspecto de momia demoníaca, amarillenta y consumida, solo refuerza para ellos el aura de Héroe Progresista. Si además el mismo, a la tarde siguiente, se dedica a enlazar a la cuenta de Instagram de la que sacó sus gafas vintage, el delirio ya es absoluto. Puede parecer un detalle menor, pero es un síntoma de la total tranquilidad con la que Sánchez vivió su mañana de interrogatorio. Un auténtico paseo de una tranquila mañana de otoño.
4. La cortina:
- El papelón de #Vox. En algún momento antes del Día del Juicio Final, Vox tendrá que darse cuenta de que corre el riesgo de convertirse en un mero acompañamiento del sistema bipartidista, funcionando, de hecho, como la mejor herramienta de movilización de la izquierda. O se dan cuenta de que el enemigo es el PP o nos queda sanchismo para décadas. La corrupción de Sánchez (obscena, insoportable, hedionda) es solo el lado izquierdo de un sistema esencialmente corrupto y que se sostiene con una pata en la calle #Ferraz y otra en la calle #Génova. La lección podría aprenderla mirando la historia reciente de los USA en la época Trump: el movimiento MAGA impugna al establishment republicano clásico como al demócrata. El futuro de la nación requiere medidas higiénicas de una profundidad extraordinaria. Una de ellas, el no permitir que nadie del PP vaya dando lecciones de honradez o patriotismo, siendo el partido más cobarde y traidor que ha padecido la pobre España. La nueva derecha de Meloni, Le Pen, Orban o Bukele, si ha de funcionar en España ha de ser más “nueva” que “derecha”, ha de movilizar una corriente social de regeneración e impugnación total del tinglado actual.
5.El castigo
- La hora del Supremo. La situación ha llegado a un punto de estancamiento total, en el que solo los tribunales pueden poner en marcha cambios significativos. Cunde la sensación de que los tiempos judiciales están siendo medidos según criterios poco transparentes. La UCO no puede hacer más de lo que ha hecho y Ábalos sigue en su escaño, el Fiscal General sigue ejerciendo y doña Begoña sigue paseándose en el Falcon. La total imbecilidad del PP sigue permitiendo que la izquierda tenga juego, con las bazas de Mazón, del cáncer andaluz, de Sarah Santaolalla o de los tuits insultantes de Óscar Puente. Una justicia exasperantemente lenta ni es justicia ni es nada. A fecha de hoy nadie puede descartar la posibilidad de que toda la Banda del Perro se vaya de rositas, con un par de víctimas propiciatorias. Tómese por ejemplo el tema del procés: incluso con todas las trampas de Sánchez, los líderes del 1 de Octubre han pasado su tiempo entre rejas o en el exilio vergonzante y jamás han vuelto a ser los mismos. El PSOE necesita un escarmiento excepcional, un castigo tan apabullante que se lleve por delante la estabilidad del sistema y arrastre consigo a todos los Feijoos de este viejo mundo cruel. Si los plazos siguen alargándose, ya no habrá nación que defender, solo un califato gay entregado al globalismo y al vacío alucinógeno de tiktok.

