La angustia y la incertidumbre rodean la desaparición de Matilde Muñoz, la turista española de 72 años cuyo rastro se perdió hace ya dos meses en la isla de Lombok, Indonesia. El caso ha dado un giro alarmante tras el hallazgo de su ropa en la basura del hotel donde se alojaba y la aparición de un sospechoso mensaje de WhatsApp que, según su familia, es una prueba clave de que algo turbio ha ocurrido.
El personal del complejo hotelero aseguró que Matilde se había marchado de urgencia a Laos y, como prueba, mostraron un mensaje supuestamente enviado desde el teléfono de la desaparecida. Sin embargo, el texto, que prometía su regreso en dos semanas, ha encendido todas las alarmas en su entorno.
«No es de ella», afirman rotundamente sus familiares, quienes sospechan que alguien está detrás de su desaparición.
La principal incongruencia reside en el contenido del mensaje. Estaba «escrito en un inglés plagado de faltas de ortografía», algo que sus allegados consideran imposible, ya que Matilde, conocida como Mati, había sido profesora de este idioma y lo dominaba a la perfección.
Pertenencias en la Basura y un Posible Móvil Económico
Las sospechas sobre el personal del hotel se intensificaron cuando la Policía de Indonesia encontró pertenencias de la turista española en un contenedor de basura del propio establecimiento. Estos hallazgos, sumados a la extraña comunicación, han llevado a la familia a descartar una marcha voluntaria.
«Queremos que se investigue a fondo lo ocurrido en ese hotel, porque creemos que allí está la clave», ha denunciado Ana Jorbe, amiga íntima de Matilde, en declaraciones a ‘Informativos Telecinco’. Fue ella quien dio la voz de alarma a principios de julio al dejar de recibir los habituales mensajes de su amiga.
La familia está convencida de que detrás del caso existe un posible móvil económico y ha solicitado a las autoridades que la investigación se centre en dos puntos cruciales: la geolocalización del teléfono móvil de Matilde y un análisis exhaustivo de sus cuentas bancarias para rastrear cualquier movimiento sospechoso. Mientras la investigación avanza con lentitud, la familia clama por respuestas: «Quiero que su cuerpo aparezca», confiesa su amiga con profundo dolor.