El hijo de Negreira declara y deja al Barça contra las cuerdas por los pagos millonarios

Escrito el 19/09/2025
Equipo NE

El Caso Negreira sigue destapando las vergüenzas del FC Barcelona y acercando al club azulgrana al mayor escándalo de corrupción arbitral de la historia del fútbol español. Este jueves, Javier Enríquez Romero, hijo del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, declaró ante la jueza y reconoció que se “disgustó” al conocer las comisiones millonarias que el Barça pagó a su padre.

Con esta confesión, el relato culé de que todo eran “asesorías” se tambalea aún más. Javier aseguró desconocer esos pagos, pero trató de justificar a su padre diciendo que se limitaba a hacer “informes arbitrales” y “análisis de partidos”. Un argumento que suena tan endeble como el propio discurso del barcelonismo desde que estalló el escándalo.

Bartomeu y Rosell, el guion de siempre

Los expresidentes Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell también pasaron por el juzgado, y ambos repitieron el guion de siempre: que los pagos eran por “asesorías deportivas”. Rosell llegó a decir que se trataba de simples “informes verbales” sobre árbitros, un concepto tan surrealista como sospechoso. Bartomeu, por su parte, intentó limpiar su imagen alegando que el club dejó de pagar en 2018, cuando empezaron los recortes. Pero la pregunta es obvia: ¿por qué se pagó durante tantos años si no había nada que ocultar?

Un escándalo que persigue al Barça

El secreto de sumario sigue pesando sobre el caso, pero lo que ya es indiscutible es que el Barça está hundido en un lodazal del que cada declaración lo entierra más. Ni los hijos de Negreira avalan la versión del club, y la sombra de haber intentado influir en los árbitros es cada vez más larga.

El discurso victimista que intenta vender el barcelonismo choca con una realidad incómoda: millones de euros pagados al vicepresidente de los árbitros durante años, presidentes que se contradicen y excusas que no convencen a nadie.

Mientras el Barça intenta maquillar el escándalo hablando de “informes”, lo único que queda claro es que el club azulgrana ha manchado el nombre de la Liga y del fútbol español. El “més que un club” se ha convertido en el “més que un escándalo”.

Remate final

Y mientras en Barcelona siguen rebuscando excusas imposibles, en Madrid lo vemos claro: los títulos se ganan en el campo, no en los despachos ni con sobres a los árbitros. Quizás por eso el Barça se preocupa más en justificar el pasado que en competir en el presente.